La historia de Brihuega se remonta siglos atrás, siendo los celtíberos los primeros pobladores de esta tierra. De ahí el origen de su nombre, que procede del vocablo ‘Briga’, cuyo significado es lugar fuerte o amurallado. Concepto que ha inspirado nuestra Tarta Árabe Briga…
Pensar en los orígenes de Brihuega y su nombre nos ha inspirado en la creación de un nuevo postre que podréis probar en el Menú Especial de Fin de Semana y en nuestra próxima carta. Se trata de la Tarta Árabe Briga.
Un postre homenaje al origen de nuestra villa, con una crujiente pasta Baklava, crema pastelera y nata artesanas, anacardos garrapiñados y frutos silvestres.
Si suena bien, no os podemos describir su delicioso sabor… ¡Tenéis que probarla!
Lo que sí podemos es contaros con más detalle por qué Brihuega se llama Brihuega…¿queréis saberlo?
Los celtíberos escogieron ‘Briga’

A lo largo de su historia, Brihuega ha sido punto de encuentro de diferentes pueblos, religiones y culturas.
Los celtíberos son los primeros pobladores conocidos en estas tierras, tal y como lo ha probado el descubrimiento de armas y restos de cerámica de esta época en la vega del Tajuña. Fueron ellos quienes bautizaron esta población como ‘Briga’, que significa lugar fuerte o amurallado.
Más tarde, los romanos la renombraron Castrum Briga, según se recoge en documentos medievales.
En la Edad Media, su nombre vuelve a evolucionar, denominándose Brioca o Castrum Brioca, castillo sobre la roca. En este tiempo, por la villa pasaron algunos de los personajes más relevantes de la época, destacando al rey Alfonso VI.
Sin entrar en detalles, cabe destacar que el Medievo fue para Brihuega una época de esplendor en la que se construyeron algunos de sus edificios más emblemáticos. A su vez, fue punto de encuentro de todo tipo de gentes y religiones, favoreciendo una intensa actividad comercial, urbanística y artística.

Actualmente se pueden visitar en un recorrido de unos 700 metros.
El paso de los árabes por Brihuega
A lo largo de su Historia, Brihuega ha sido hogar y punto de encuentro de diferentes culturas y religiones. Siglos de interculturalidad que han enriquecido sus calles y monumentos, en los que podemos encontrar la influencia de cada uno de los pueblos que dejaron su huella.
Los árabes también pasaron por la villa, tal y como demuestran por ejemplo las cuevas árabes construidas entre los siglos X y XI. Cuevas subterráneas que recorren el subsuelo de Brihuega con una extensión de unos 8 kilómetros. Actualmente se pueden visitar en un recorrido de unos 700 metros, en los que podemos ver también unos arcos visigodos muy característicos.